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El chicle mexicano, un dulce con historia

El chicle mexicano es una golosina que se hace con la savia de un árbol llamado chicozapote. Es un producto que se ha consumido durante siglos en México y otras partes de América Central. En la actualidad, el chicle es un producto popular en todo el mundo, y se consume en una variedad de formas, desde chicles masticables hasta chicles de mascar. Hoy te quiero platicar más sobre ello.

De los mayas a la actualidad

El chicle tiene una historia que se remonta a miles de años. Los mayas fueron los primeros en masticar chicle, y lo usaban para limpiar sus dientes, refrescar su aliento y como un ritual religioso. Los chicleros, los trabajadores que recolectan la savia del chicozapote, han sido una parte importante de la cultura maya durante siglos.

Los mayas y el chicle

En el siglo XIX, el chicle se convirtió en un producto comercial. En 1870, el empresario estadounidense Thomas Adams comenzó a vender chicle en Estados Unidos. Adams fue el primero en agregar azúcar y sabores al chicle, lo que lo hizo más atractivo para los consumidores. La verdad es que pudo sacarle provecho a la idea.

En la década de 1920, el chicle se había convertido en un producto popular en todo el mundo. Empresas como Wrigley’s y Adams’s se convirtieron en líderes en la producción y comercialización de chicle.

¿Cómo se hace el chicle?

El chicle se produce a partir de la savia del árbol chicozapote. La savia se recolecta haciendo un corte en el tronco del árbol. La savia se recoge en un recipiente y luego se hierve para eliminar las impurezas.

El chicle mexicano, un dulce con historia

Pasos para hacer el chicle

Incisión en el Árbol:
Se realiza incisiones en la corteza del chicozapote con un cuchillo. Esto permite que la savia, que es lechosa y pegajosa, fluya hacia afuera.

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Recolección de la Savia:
Se coloca un recipiente recolector debajo de las incisiones para recoger la savia del chicozapote. La savia se oxida rápidamente al contacto con el aire, así que es esencial recolectarla con prontitud.

Almacenamiento Inicial:
Se transfiere la savia recolectada a baldes o contenedores para su almacenamiento inicial.

Proceso de Purificación:
Se filtra la savia para eliminar impurezas como restos de corteza y otros contaminantes.

Amasado y Secado:
Se amasa la savia filtrada para eliminar el exceso de humedad y formar la goma elástica característica del chicle.

Deja que la goma se seque al sol o en un ambiente controlado para obtener la textura deseada.

Corte y Envase:
Una vez seco, se corta el chicle en trozos más pequeños.
Se envuelve el chicle en envases apropiados para su comercialización.

¿Qué tipos de chicle hay?

Existen muchos tipos diferentes de chicle. Los chicles masticables son los más comunes. Estos chicles están hechos de una mezcla de savia, azúcar, sabores y otros ingredientes.

Los chicles de mascar sin azúcar son una alternativa más saludable a los chicles masticables tradicionales. Estos chicles están hechos con edulcorantes artificiales en lugar de azúcar.

El chicle mexicano, un dulce con historia

Los chicles de mascar sin azúcar y sin gluten están disponibles para las personas con alergias o sensibilidades alimentarias.

¿El chicle tiene beneficios?

El chicle tiene algunos beneficios potenciales para la salud. Masticar chicle puede ayudar a:

  • Mantener los dientes limpios. Masticar chicle puede ayudar a eliminar la placa y los residuos de los dientes.
  • Refrescar el aliento. Masticar chicle puede ayudar a eliminar las bacterias que causan el mal aliento.
  • Reducir el estrés. Masticar chicle puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.

¿El chicle tiene desventajas?

El chicle también tiene algunas desventajas potenciales. Masticar chicle puede:

  • Agregar calorías. Los chicles masticables tradicionales contienen azúcar, que agrega calorías.
  • Provocar caries. Masticar chicle durante períodos prolongados puede aumentar el riesgo de caries.
  • Bloquear el sistema digestivo. Los chicles sin masticar pueden bloquear el sistema digestivo si se tragan.

Conclusión

El chicle es un producto popular con una historia milenaria. Tiene algunos beneficios potenciales para la salud, pero también tiene algunas desventajas potenciales. Es importante masticar chicle con moderación y elegir chicles que sean saludables para los dientes.

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