
La cosmogonía mexica, también conocida como la mitología azteca, es una de las más ricas y complejas de Mesoamérica. Los antiguos mexicas tenían una historia de la creación del mundo que explicaba el origen de todo lo que les rodeaba. A través de sus relatos míticos, podemos adentrarnos en un universo simbólico donde dioses y seres míticos se entrelazan para dar forma al cosmos. En este artículo, exploraremos en detalle el relato de la creación del mundo según los antiguos mexicas, revelando la cosmogonía que guiaba su visión del universo.
La cosmogonía mexica es un entramado de mitos y leyendas que se transmitían de generación en generación a través de tradiciones orales y códices pictóricos. Los dioses ocupaban un lugar central en su concepción del mundo, siendo responsables de la creación y el ordenamiento del universo. El relato de la creación del mundo estaba ligado a la religión y al calendario ritual, que regía la vida de los mexicas y marcaba los ciclos cósmicos.
El origen del mundo: Tezcatlipoca y Quetzalcóatl
Según el relato de la creación del mundo según los antiguos mexicas, en un principio solo existía el vacío, el caos primordial conocido como el ‘Ometeotl’. De la unión de Ometeotl surgieron dos dioses primordiales: Tezcatlipoca, el dios del cielo nocturno y la dualidad, y Quetzalcóatl, el dios del viento y la sabiduría. Estos dos dioses crearon juntos el mundo y a la humanidad.
Tezcatlipoca y Quetzalcóatl descendieron al inframundo, conocido como ‘Mictlán’, donde recuperaron los huesos de los antiguos seres divinos para dar vida a la humanidad. Quetzalcóatl dio su propia sangre para dar vida a los seres humanos, mientras que Tezcatlipoca creó el Sol y la Luna para iluminar el mundo. Así, los antiguos mexicas creían que estaban hechos a imagen de los dioses y que su destino estaba ligado al universo que los rodeaba.
La dualidad y el equilibrio en la creación del mundo
Uno de los conceptos fundamentales en el relato de la creación del mundo según los antiguos mexicas es la noción de dualidad y equilibrio. Tezcatlipoca y Quetzalcóatl representan fuerzas opuestas que se complementan para mantener el orden cósmico. Tezcatlipoca es la noche, lo oscuro y lo desconocido, mientras que Quetzalcóatl es el día, la luz y la sabiduría.
Esta dualidad se refleja en todos los aspectos de la creación del mundo, desde la alternancia entre el día y la noche hasta la relación entre los dioses y los seres humanos. Los antiguos mexicas creían que era necesario mantener el equilibrio entre estas fuerzas para garantizar la armonía en el universo. De esta manera, el relato de la creación del mundo se convierte en una lección sobre la importancia de la dualidad y el equilibrio en la vida cotidiana.
El papel de los dioses en la creación del mundo
Los dioses desempeñaban un papel crucial en la creación y el ordenamiento del mundo según la cosmogonía mexica. Cada dios representaba una fuerza de la naturaleza o un aspecto particular del cosmos, y su interacción daba forma a la realidad que conocemos. Además de Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, otros dioses como Tláloc (dios de la lluvia), Huitzilopochtli (dios de la guerra) y Coatlicue (diosa de la tierra) tenían un papel importante en la creación del mundo.
Los antiguos mexicas realizaban rituales y sacrificios en honor a los dioses para asegurar su favor y mantener el orden cósmico. Creían que los dioses necesitaban de la energía y la atención de los seres humanos para seguir sosteniendo el mundo. Así, el relato de la creación del mundo según los antiguos mexicas establecía una relación estrecha entre los dioses y los humanos, en la que ambos compartían la responsabilidad de preservar el equilibrio en el cosmos.
Conclusión
El relato de la creación del mundo según los antiguos mexicas es un fascinante viaje a través de la cosmogonía de una de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica. A través de sus mitos y leyendas, podemos vislumbrar la manera en que los mexicas concebían el universo y su lugar en él. La dualidad, el equilibrio y el papel de los dioses son elementos centrales en esta visión del mundo, que sigue fascinando a investigadores y curiosos por igual.
Explorar el relato de la creación del mundo según los antiguos mexicas es adentrarse en un universo simbólico lleno de significado y enseñanzas sobre la naturaleza humana y el cosmos. A través de sus dioses y seres míticos, los mexicas nos legaron un legado cultural invaluable que sigue inspirando a generaciones posteriores a reflexionar sobre el origen y la estructura del mundo que habitamos.